Durante su discurso anual ante los miembros del Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa hizo hincapié en la necesidad de poner fin a la prolongada crisis en Siria, "desgarrada por incesantes masacres", y que se convirtió en "el escenario del terrible sufrimiento de la población civil".
"Renuevo mi llamamiento a un alto el fuego y al inicio, cuanto antes, de un diálogo constructivo que ponga fin a un conflicto que, de continuar, no conocerá vencedores sino sólo vencidos, dejando atrás nada más que un campo de ruinas", destacó el Pontífice.
A través de los miembros del Cuerpo diplomático, el Papa instó a la comunidad internacional a las tomar medidas necesarias para afrontar la grave situación humanitaria en el país.
Benedicto XVI pidió reiteradamente el cese de la violencia en Siria. Asimismo, durante la Misa de Año Nuevo el Sumo Pontífice expresó su esperanza de que 2013 sea un año de paz.