“Nuestros socios están convencidos de que la renuncia del presidente Bashar al Assad es esencial como condición previa. Esta condición, que no se encuentra en el comunicado de Ginebra, no se puede cumplir porque no depende de nadie", indicó Lavrov en referencia a la reunión que mantuvo el viernes pasado con el enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, y diplomáticos norteamericanos.
La salida de Bashar al Assad contribuirá a su agravación y conllevará más víctimas, opina el ministro.
Además, el canciller ruso instó a la oposición siria a ofrecer sus iniciativas "en vez de rechazar las del presidente del país árabe".
Esta semana, en Ginebra, los delegados de Rusia, EE.UU. y el representante especial de la ONU y la Liga Árabe coincidieron en que la única vía de poner fin a la violencia es "la pacífica y no la militar".
Sin embargo Lajdar Brahimi, lamentó que no se vea una resolución a esta crisis a la vuelta de la esquina. Pese a eso, Washington sigue empujando a la preparación de una agresión armada contra el país árabe, según afirma el analista político Jorge Capelán.