Con motivo de la fecha, en el país se realizan numerosas actividades festivas, mientras que algunos partidos políticos y movimientos sociales del país, indignados por la pobreza, el desempleo y las políticas del Gobierno transitorio islamista planean marchas en las calles de la capital.
Por su parte, el periodista Alberto Pradilla cree que la 'primavera árabe' dejó al pueblo una sensación agridulce ya que la mayoría de los derechos y libertades prometidas no fueron otorgados.
“En los países donde el procedimiento ha culminado con la salida del presidente, tanto en Túnez con Ben Alí como en Egipto con Mubarak, lo cierto es que sí se han dado unas libertades civiles; es decir, se han celebrado elecciones y la población ha podido participar en política, pero por otro lado no se puede olvidar que la demanda principal que lanzó estas protestas era ‘pan, libertad y justicia social’”, opina el periodista.
Por esta razón, lo que empezó como una ola de protestas contra los regímenes autoritarios de la región no ha conseguido recoger todos sus frutos “y esa libertad y esa justicia social todavía no se ha logrado, con lo cual tanto en Egipto como en Túnez puede haber una sensación agridulce”, sostiene Pradilla en declaraciones a RT.
“Luego, en otros países, donde la situación ha degenerado en intervenciones de la OTAN, como en Libia, o la actual guerra civil que sacude Siria, la situación es todavía más compleja y si estos objetivos, especialmente los de justicia social, no se llevan a cabo, es probable que veamos más manifestaciones y más protestas”, agregó.