Según muestran las cifras, a lo largo del año pasado los suicidios entre los soldados estadounidenses provocó más bajas que las operaciones de combate. Así, en 2012 en las operaciones militares en Afganistán murieron 295 soldados de las tropas de EE.UU. y se suicidaron 349.
El mayor número de suicidios se registró entre los soldados que cumplen el servicio militar. Además, 59 combatientes de la Fuerza Aérea y 60 oficiales de la Marina de EE.UU. se quitaron la vida en 2012.
En diciembre pasado, cuando aparecieron las estadísticas preliminares de esta preocupante situación, el jefe del Pentágono, Leon Panetta, calificó la situación en el Ejército de EE.UU. de "epidémica" por este mal.
Entre tanto, algunos expertos que observan el empeoramiento de la situación predicen que esta tendencia irá en aumento. Cabe recordar que en 2011 la cifra de militares de EE.UU. en Afganistán que acabaron suicidándose alcanzó los 301 soldados.
Las autoridades de EE.UU. reconocen que todavía queda mucho por hacer para establecer las causas del problema y eliminar este fenómeno en el Ejército. Algunos miembros del Congreso estadounidense están presionando al Pentágono para reaccionar con más eficacia al problema. "Es una epidemia y no se puede ignorar", exhortó este lunes el senador Patty Murray.