El portavoz de Qadri declaró a Reuters que seis personas resultaron heridas cuando intentaban proteger al religioso sufí, que lideró la marcha a bordo de un vehículo blindado.
Desde que hace unas semanas Qadri regresó a su Pakistán natal desde Canadá, su popularidad no ha dejado de aumentar, logrando movilizar a miles de personas en su marcha hacia Islamabad Los manifestantes exigen la creación de un gobierno provisional que acabe con la corrupción y la mala gestión de los asuntos públicos.
Estas movilizaciones han dividido a la sociedad paquistaní entre quienes consideran a Qadri un héroe reformista, y quienes ven en su llamada ‘marcha democrática’ un intento de frustrar las próximas elecciones y dar un golpe de Estado, como creen las autoridades.