Esta medida fue promovida por el gobernador estatal, el demócrata Andrew Cuomo, en respuesta a la matanza de Newtown, Connecticut. Ahora Nueva York es el primer estado de EE.UU. en aprobar leyes más estrictas tras esa masacre, en la que fueron asesinadas 26 personas, entre ellas 20 niños.
El gobernador Andrew Cuomo dijo que la violencia con las armas de fuego es un "auténtico flagelo" para la sociedad estadounidense. El proyecto neoyorquino prevé la prevención más rigurosa de armas de asalto y nuevas restricciones sobre las municiones y sobre la venta de armas de fuego.
Sin embargo, ni siquiera en el estado de Nueva York ha habido un consenso en torno a este asunto ya que los republicanos describieron la iniciativa como oportunista y afirmaron que la misma no salvará ninguna vida salvo la vida política de un gobernador que quiere ser presidente, refiriéndose al demócrata Cuomo que suena como candidato para las elecciones de 2016.
Además, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que defiende el derecho a la libre posesión de armas, criticó a Cuomo por emplear un procedimiento de urgencia para sacar adelante estas medidas, sin apenas dar tiempo a los legisladores a estudiarlas.
Entre tanto, el presidente Obama ya tiene en su poder el documento oficial con las recomendaciones realizadas por un panel gubernamental creado específicamente para analizar la creciente violencia armada en el ámbito cívico estadounidense y el miércoles anunciará medidas concretas para prevenir la violencia derivada de las armas de fuego.