En los últimos días, la lucha llevó a una nueva escalada de violencia que dejó dos víctimas mortales en incendios intencionales. Las autoridades responsabilizan a grupos indígenas disconformes con la negociación que el Gobierno mantiene con algunas de sus comunidades para ir recuperando territorio.
“No hemos caído en priorizar a comunidades que usan la violencia y hemos visto como sectores radicalizados quieren presionar a la autoridad para tomar decisiones respecto a priorizar a una u otra comunidad”, afirma el intendente de la Araucanía, Andrés Molina.
El Gobierno califica estos hechos como ‘actos terroristas’ y busca juzgarlos de acuerdo a una polémica ley, herencia de la dictadura de Augusto Pinochet. Para los referentes de la comunidad, esos desmanes son utilizados como excusa por las autoridades, para justificar una indiscriminada caza de mapuches sin importar quiénes son los verdaderos responsables.
“Los procesos de usurpación que ellos hicieron finalmente se convirtieron en legales. Y los procesos de recuperación de las tierras usurpadas se convirtieron en actos de delincuencia para el Estado chileno y empiezan a perseguir a aquellos que se movilizan en esa dirección”, dice la representante del pueblo mapuche de Chile, Natividad Llanquileo.
Los mapuches denuncian que los medios de información juegan un papel fundamental a favor de la versión oficial, creando prejuicios y estereotipos contra ellos hasta llegar a calificarlos de ‘terroristas’.
Las montañas y valles del sur de Chile fueron históricamente habitadas por el pueblo mapuche quienes fueron desplazados por las empresas forestales. Pero desde 1990 algunos grupos luchan por la recuperación de estas tierras que consideran les fueron arrebatadas a sus ancestros.