El mandatario estadounidense ha presentado este miércoles un plan de 23 acciones inmediatas destinadas a combatir la violencia en el país. Las medidas han sido aprobadas en forma de decretos directos, lo que permitirá aplicarlas sin tener que someterlas a debate parlamentario.
“Nuestra misión principal como sociedad es mantener a nuestros hijos a salvo”, ha insistido el presidente.
Una de las principales restricciones que ha ofrecido es la de ayudar a las escuelas a contratar más personal de seguridad si así lo desean, así como introducir el chequeo universal del historial de cualquier comprador potencial de un arma. Obama denunció que hoy en día un 40% de los compradores logró evitar este tipo de controles gracias a los vendedores privados que, a diferencia de los distribuidores licenciados, no están obligados a hacer los chequeos.
El presidente también propuso ampliar las facultades de las autoridades federales en la investigación de este tipo de violencia y proteger a los policías y retirar de la circulación las balas perforantes.
También abogó por facilitar el acceso de la gente a tratamiento mental, de tal forma que los seguros médicos cubran los trastornos psicológicos.
Los demócratas están llamando a cambiar las normas de comercialización de armas en el país desde la masacre en la escuela de Sandy Hook, Newtown (estado de Connecticut) que conmovió todo el país.