Según los resultados de las negociaciones, Irán se ha comprometido a construir en Siria una nueva central termoeléctrica con una capacidad de 600 Mw y suministrará equipamiento para los sectores petrolero, gasífero y energético, más dañados por el conflicto. Además, abrirá para Damasco una línea de crédito de 1.000 millones de dólares.
"Teniendo en cuenta los retos y los enemigos comunes que encaran Irán y Siria, sobre todo el régimen israelí y EE.UU., la ampliación de las cooperaciones y el desarrollo del nivel de las relaciones entre Teherán y Damasco podría ayudar al mejoramiento del ambiente actual que reina en Siria", declaró el primer vicepresidente de Irán, Mohammad-Reza Rahimi. Subrayó que Irán aplicará todas sus fuerzas para ayudar a Siria, que "enfrenta un complot terrorista" de Occidente.
El alto cargo sirio dio las gracias a Irán por "los intentos de la república islámica por restablecer la paz y la estabilidad en esta nación árabe".
El conflicto armado en Siria se prolonga desde hace más de dos años. En este período, según los cálculos de la ONU, en el país han muerto más de 60.000 personas.
El 6 de enero de 2013 el presidente sirio, Bashar al Assad, presentó al pueblo su propio plan de arreglo del conflicto interior. Según el presidente, dentro de poco el Gobierno empezará un diálogo con "ciertas personas y partidos políticos de Siria" con el fin de organizar una conferencia sobre la reconciliación nacional. La Carta Nacional que se elaborará en la conferencia posteriormente será sometida a un referéndum. Además, el mandatario se comprometió a conceder una amnistía general.
La Coalición Nacional Opositora de Siria declaró, a su vez, que el discurso del presidente buscaba socavar el arreglo diplomático del conflicto.