“Hemos tenido dos días de discusiones intensas. Las divergencias no han sido superadas y no hemos podido finalizar la elaboración de una aproximación estructurada para resolver las cuestiones pendientes”, insistió el director general adjunto del OIEA, Herman Nackaerts, al llegar al aeropuerto de Viena. Puntualizó, además, que la misión que presidió no pudo obtener acceso a la base militar de Parchin.
El polígono secreto de Parchin es el mayor punto de controversia en las negociaciones sobre las investigaciones iraníes en materia de energía atómica, ya que el OIEA sospecha que podría servir de escenario para
pruebas nucleares. Teherán, por su parte, rechaza todas las acusaciones al respecto e insiste que no puede permitir una visita al sitio sin estipular un acuerdo adicional con los observadores internacionales, ya que se trata de un complejo militar secreto.
La agencia iraní Isna filtra, a su vez, que las partes acordaron una nueva ronda de negociaciones. Tendrá lugar el próximo 12 de febrero en Teherán. Por el momento el OIEA no ha confirmado esta información.