Durante esta semana, solo en Moscú han caído casi 30 centímetros de nieve, lo que representa más de la mitad de la media para todo el mes de enero.
La megalópolis que, incluso sin nieve ya sufre por los atascos de tráfico rodado, se encuentra al borde del colapso vial. El portal Yandex, que informa sobre el nivel de congestión del tráfico, registró este viernes el máximo grado ‘10’ de atascos en Moscú, debido a que una fuerte ventisca cargada de nieve que redujo al mínimo la visibilidad en las autopistas.
Más de 12.000 máquinas descongelantes y quitanieves de nieve trabajan en las calles día y noche.
Las tormentas de nieve han causado serios contratiempos en los grandes centros urbanos del oeste de Rusia, mientras que la parte oriental del país más grande del mundo registra condiciones que podrían amenazar la vida de sus habitantes.
La ciudad de Norilsk, que se encuentra enclavada en el círculo polar ártico, ha sido prácticamente 'tragada' por más de dos metros de nieve. Bloques enteros de viviendas, mercados, tiendas y oficinas quedaron enterrados bajo la nieve durante la noche del viernes.
Los trabajadores de la municipalidad de Norilsk se vieron obligados a cavar pasadizos a través de los bancos de nieve para crear un acceso entre el mundo exterior y la ciudad 'sitiada' por la nieve.
A finales de 2012, el invierno arreció en Rusia con una inclemencia como no se sentía desde 1938. Esto llevó a tomar medidas como la evacuación de cientos de personas en Siberia, donde las temperaturas cayeron por debajo de los 50 grados bajo cero. Moscú también registró el mes pasado su noche más fría jamás para esta temporada.
Más del 90 rusos murieron durante la ola de frío, y más de 600 personas fueron trasladadas a los hospitales debido al frio extremo, que en diciembre llegó a ser de 10 grados por debajo de la norma.