En su opinión, el caso de Carolina del Norte representa un "avance" a través de la lucha en este estado en particular, que se está dando también en otros estados.
Ríos revela la paradoja de EE.UU, que "se presenta como la mejor democracia" pero "no siempre se pueden esperar derechos constitucionales, especialmente cuando los gobiernos o el gobierno está mal manejado por persona que tienen distintas opiniones sobre la cuestión migratoria".
La decisión de conceder licencias fue aprobada por el procurador general de la zona. En septiembre el entonces comisionado del Departamento de Tráfico, entidad responsable de emitir los carnés, decidió antes de que alguien hiciera la solicitud privar a los indocumentados de este derecho.
Aquellos ciudadanos que llegaron al país cuando eran menores de edad recibieron el permiso laboral y el aplazamiento de la deportación conforme a las condiciones del Dream Act.