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Las FARC y el Gobierno colombiano acercan posturas sobre el tema agrario
El Gobierno colombiano reconoció aproximaciones en el diálogo con las FARC, tras la tercera ronda de conversaciones llevadas a cabo el jueves en Cuba, en la que la guerrilla presentó las últimas propuestas del modelo agrario.
Tras concluir la primera ronda de diálogos de paz celebrada desde que comenzó este año, los jefes de los dos equipos negociadores hicieron un resumen del trabajo realizado. Ambos destacaron un buen ritmo del proceso y coincidieron en que la transformación del campo colombiano es imprescindible para Colombia.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que gracias a las conversaciones que se celebran en Cuba con las FARC, el país "tiene la esperanza de alcanzar la paz y poner fin al conflicto armado interno que ha sacrificado tantas vidas" durante casi medio siglo.
El problema de las tierras, asunto que originó el conflicto armado en este país latinoamericano, encabezó la lista de los temas tratados por los representantes de las FARC y del Gobierno. La guerrilla insistió en que la distribución de los terrenos en su nación es injusta y lanzó sus propuestas mínimas para el acceso a la tierra y la democratización de la propiedad.
Según el grupo rebelde, sus opositores en la mesa de negociaciones de La Habana son conscientes de los problemas socio-económicos que existen en el Estado colombiano, lo que da ciertas esperanzas de alcanzar un acuerdo general.
Por su parte, el jefe de la delegación oficial, Humberto de la Calle, subrayó que el Ejecutivo acepta la necesidad de facilitar el acceso progresivo de los campesinos a la tierra siempre garantizando el derecho de propiedad adquirida legítimamente. El líder del equipo negociador comentó que los diálogos buscan la desmovilización de la guerrilla y añadió que el cese del fuego bilateral será posible sólo cuando se consigan los acuerdos definitivos.
Según el analista político Miguel Guaglianone, el hecho de que “haya habido tres rondas de negociaciones y que esas negociaciones aparentemente persistan en el tiempo" es "el mejor síntoma que podemos pedir sobre el resultado de esta negociación”.
“Otro buen síntoma”, dijo el analista a RT, “es que aparentemente tanto el Gobierno colombiano como las FARC reconocen que el problema está en la tenencia de tierras y en la mala distribución de los ingresos y en la gran pobreza que asola Colombia”.
Además del problema agrario, las conversaciones también abarcan el tema del tráfico de drogas, la posible integración de la guerrilla en la vida política y las compensaciones a las víctimas del conflicto.
Este jueves los negociadores de la guerrilla y del Gobierno colombiano iniciarán una pausa de varios días y retomarán el diálogo el próximo 31 de enero.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que gracias a las conversaciones que se celebran en Cuba con las FARC, el país "tiene la esperanza de alcanzar la paz y poner fin al conflicto armado interno que ha sacrificado tantas vidas" durante casi medio siglo.
El problema de las tierras, asunto que originó el conflicto armado en este país latinoamericano, encabezó la lista de los temas tratados por los representantes de las FARC y del Gobierno. La guerrilla insistió en que la distribución de los terrenos en su nación es injusta y lanzó sus propuestas mínimas para el acceso a la tierra y la democratización de la propiedad.
Según el grupo rebelde, sus opositores en la mesa de negociaciones de La Habana son conscientes de los problemas socio-económicos que existen en el Estado colombiano, lo que da ciertas esperanzas de alcanzar un acuerdo general.
Por su parte, el jefe de la delegación oficial, Humberto de la Calle, subrayó que el Ejecutivo acepta la necesidad de facilitar el acceso progresivo de los campesinos a la tierra siempre garantizando el derecho de propiedad adquirida legítimamente. El líder del equipo negociador comentó que los diálogos buscan la desmovilización de la guerrilla y añadió que el cese del fuego bilateral será posible sólo cuando se consigan los acuerdos definitivos.
Según el analista político Miguel Guaglianone, el hecho de que “haya habido tres rondas de negociaciones y que esas negociaciones aparentemente persistan en el tiempo" es "el mejor síntoma que podemos pedir sobre el resultado de esta negociación”.
“Otro buen síntoma”, dijo el analista a RT, “es que aparentemente tanto el Gobierno colombiano como las FARC reconocen que el problema está en la tenencia de tierras y en la mala distribución de los ingresos y en la gran pobreza que asola Colombia”.
Además del problema agrario, las conversaciones también abarcan el tema del tráfico de drogas, la posible integración de la guerrilla en la vida política y las compensaciones a las víctimas del conflicto.
Este jueves los negociadores de la guerrilla y del Gobierno colombiano iniciarán una pausa de varios días y retomarán el diálogo el próximo 31 de enero.
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