"La prueba ha alcanzado el objetivo preestablecido", indica la agencia Xinhua citando a los oficiales del Ministerio de Defensa, que destacaron que "las pruebas son de carácter defensivo y no tienen como objetivo ningún otro país".
El desarrollo de una tecnología antimisiles es uno de los objetivos principales de los últimos años del Ejército chino, al cual se destina una parte importante del presupuesto de Defensa. Solo EE.UU. y Japón han probado anteriormente sistemas de intercepción de misiles en la parte media de su trayectoria, cuando están fuera de la atmósfera, informa Xinhua. Las primeras pruebas en China fueron realizadas en 2007 y 2010.
EE.UU. también realizó una prueba similar el 27 de enero en la base de la Fuerza Aérea estadounidense en Vandenberg, California.