Caso de corrupción vuelve a sacudir al Partido Popular español

Un juego de poder y presuntas irregularidades en el partido gobernante en España llegan en el peor momento para el ejecutivo en el país con políticas duramente criticadas y con casi 6 millones de desempleados.
Revelaciones periodísticas que hace una semana le estallaban en las manos al Partido Popular (PP), pusieron en evidencia la transparencia de sus cuentas y de su credibilidad.

Detrás está Luis Bárcenas, senador, gerente y, lo fundamental, el máximo responsable de las cuentas del PP. En 2009, tras un año en el cargo, dimite como tesorero por su imputación en la trama de corrupción Gürtel, el caso de presunta financiación ilegal del partido, aún sin resolver. Tres años después, Bárcenas sacude de nuevo a su partido. Devuelve la corrupción al debate público.

“Este país está en lo que podríamos llamar un final de reinado, reinado al término del cual está corrompida prácticamente todo la cúpula de los partidos políticos, la patronal, en parte los sindicatos, en parte la iglesia, sin duda la monarquía. La sensación que se tiene es esa, de que esto es 'corrupistán'”, opina el ex secretario general del PP y catedrático en Ciencias Políticas, Jorge Vestrynge.

Comienza una semana de titulares que destapan el caso Bárcenas: “22 millones de euros en una cuenta en Suiza”. Según el juez que instruye el caso, fue vaciándola desde su imputación. Cierra la cuenta tras su primera declaración judicial como imputado.
 
Dos días después el diario 'El Mundo' publica el plato fuerte: Parte de la cúpula del PP cobraba sobresueldos en negro. Entre 5.000  y 15.000 euros, procedentes de comisiones y donaciones anónimas.

La actual cúpula se desmarca, pero no niegan la información. Rajoy ordena una auditoría de las cuentas.
 
"Cuando los partidos políticos hablan de auditorías externas e internas esas auditorías no van a conducir evidentemente a nada por la razón de que los pagos se hacen en la contabilidad no en la contabilidad oficial", dice Vestrynge.
 
Una 'contabilidad paralela', que habría sabido guardar bien el ex tesorero contaría con los datos de los destinatarios de los sobres.
 
"Van a intentar adquirir su silencio, yo no sé si lo van a conseguir, pero, vamos, que lo van a intentar. Ya se lo digo yo lo están intentando en estos momentos, pero una vez que se le condene o que él sepa que su suerte va a ser una suerte penal de pena de prisión va a ser mucho más complicado”, afirma el periodista de 'El Mundo' y autor de la nota sobre el caso, Eduardo Inda.