El proyecto de ley permitiría que los cerca de once millones de inmigrantes ilegales que viven en EE.UU. se registren, paguen una multa y reciban un estatus legal de prueba para poder encontrar un empleo. Con esta medida se pretende reducir el número de empleadores que suelen contratar inmigrantes ilegales así como evitar que los extranjeros indocumentados reciban sueldos inferiores al salario mínimo.
Los inmigrantes que obtengan títulos universitarios en ciencias, matemáticas, tecnología o ingeniería recibirán tarjetas verdes, un incentivo que pretende elevar el nivel de la educación superior entre los inmigrantes y asegurar las contribuciones académicas a la sociedad.
La propuesta de los ocho legisladores (cuatro demócratas y cuatro republicanos), que firman y dan peso a este acuerdo marco, podría traducirse en un primer proyecto de ley el próximo marzo y, según el senador demócrata Charles Schumer, ser aprobado "a finales de primavera o principios del verano (a mitad de año)" por la Cámara alta.
En una comparecencia histórica en el Senado de Estados Unidos, dos de los cinco legisladores, Robert Menéndez y Marco Rubio, han presentado sus argumentos en español. El senador demócrata Robert Menéndez aseguró que, aunque los objetivos no serán fáciles de conseguir, "después de 20 años implicado en conseguir esta legislación, reconozco que este es el mejor momento para conseguirlo".
Mientras los demócratas han defendido la medida como un camino hacia la obtención de la ciudadanía, los republicanos han vuelto a mostrarse preocupados por la seguridad fronteriza. "El trabajo en la frontera no ha terminado aún", dijo John McCain, a pesar de que reconoció -lo que para muchos observadores supone un gesto importante- que la situación en la zona ha mejorado considerablemente en los últimos años.
A algunos expertos les llama la atención que el debate se centre más en la necesidad de asegurar la frontera, que en el bienestar de las personas. “Lo que es complicado es que [la reforma] viene con más medidas para endurecer la política en la frontera. Eso es muy preocupante porque sabemos que el resultado de los últimos años ha sido un incremento de muertes”, sostiene Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos. “Tenemos que investigar bien para asegurar que estas promesas no sean falsas”, concluye.
La reforma migratoria ha sido una de las promesas renovadas por el presidente estadounidense, Barack Obama, para su nuevo mandato, después de no que no lograra concretarla en los últimos cuatro años, tal como se había comprometido a hacer durante su primera campaña electoral, en 2008.