El anuncio parece indicar que la administración no considera actualmente el cierre de la prisión como una prioridad a pesar de las reiteradas declaraciones de que aún tiene la intención de hacerlo.
La investigación de Human Rights Watch sugiere que los crímenes cometidos en el campo de detención pueden derivar en el enjuiciamiento de altos funcionarios estadounidenses -entre ellos el ex presidente de EE.UU. George W. Bush ya que ningún funcionario de alto nivel ha sido juzgado.
"Las únicas personas procesadas por el abuso de detenidos han sido, en primer lugar, un número muy limitado de personas, pocas personas y las personas de nivel bajo siempre y nunca los altos funcionarios que crearon el régimen de tortura, ordenaron su creación, lo autorizaron y lo implementaron", dijo a RT Andrea Prasow, abogado superior de contraterrorismo de Human Rights Watch.
Han transcurrido ya once años del envío de los primeros presos a la cárcel, pero Obama todavía no ha cumplido su promesa de cerrar Guantánamo, definido por él mismo como "un triste capítulo de la historia estadounidense".
El pasado 2 de enero el mandatario hizo una nueva declaración en referencia a Guantánamo alegando que su funcionamiento resultaba un gasto inútil para el presupuesto nacional. A pesar de ello, Obama firmó la ley de autorización de la defensa nacional que él mismo la había criticado por crear obstáculos en la búsqueda de una solución para los casos de los prisioneros del centro penitenciario.