Los refugiados sirios no encuentran alivio al otro lado de la frontera

El infierno de la guerra obligó a miles de refugiados sirios a abandonar su país e ir a Jordania abrigando la esperanza de que allí encontrarían una vida mejor. Pero según muchos refugiados no la han logrado y su única lucha sigue siendo sobrevivir.
Solo en la última semana el campamento de Zaatari, en Jordania ha recibido a 20.000 sirios que huían de su país. Nuestro corresponsal Francisco Guaita reporta desde Jordania que, con el paso de los días, este centro de refugiados se está convirtiendo en una olla a presión de protestas. La principal razón: la falta de comida, medicinas y otros productos básicos. 

Algunos como Ahmed Ismail Al Zabi, un refugiado sirio de 70 años, explican que viven hacinados en pequeñas tiendas de campaña. Asegura que ya no reciben ayuda humanitaria como antes. Con esta caótica situación Ahmed dice que preferiría volver atrás.

"Si me hubiera quedado allí en Siria hubiera sido mejor para mí. Me hubieran matado, es cierto, pero hubiera sido mejor que venir aquí donde nos están humillando. Soy un viejo enfermo. ¿Por qué tengo que pasar por esto?", dice Ahmed.

Otros, sin embargo, mantienen que aquí al menos sus hijos no morirán por el impacto de una bala.

Incierto futuro de los refugiados

Actualmente Zaatari es el campamento más grande de refugiados que ha arrojado el conflicto sirio. Pero lo peor, advierten las organizaciones internacionales, es el futuro incierto de esta crisis humanitaria.

"No sabemos cuántos refugiados van a llegar esta noche. No sabemos cuántos van a llegar mañana o cuántos cruzarán la frontera al final de la semana… aquí en Jordania, en el Líbano o en Turquía. Y este es el mayor problema porque tenemos que prepararnos para cuando lleguen", explica Heinke Veit, directora general de Ayuda Humanitaria en la Comisión Europea.

Las autoridades jordanas piden ayuda a la comunidad internacional. El peso de los cientos de miles de exiliados comienza a ser un lastre importante para sus posibilidades.

"Ahora vivimos en el período económico más difícil de toda nuestra historia y, por encima de todo, recibimos a los refugiados sirios. Les hemos concedido todo lo que hemos podido, pero si el número de ellos aumenta será complicadísimo ayudarlos",dice Abdula Ensur, primer ministro de Jordania.

La situación de los refugiados sirios va agravándose cada día. Esta semana la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, anunció que en un futuro próximo la organización no será capaz de suministrar ayuda a los refugiados sirios y que necesita un millar de dólares para ayudar a los refugiados en el Líbano, Jordania y Turquía, y otros 519 millones de dólares para ayudar a los sirios dentro del país.

Según los datos de la ONU, desde el inicio del conflicto más de 700.000 sirios abandonaron el país y más de 4 millones dentro del país necesitan ayuda.