El ministro añadió que a Zimbabue no le queda otra salida que apelar a la generosidad de los donantes internacionales para financiar un referéndum constitucional y las elecciones previstas a fin de año.
Azotada por la hiperinflación de la pasada década, la economía de Zimbabue no logra recuperarse tras haber sustituido en abril de 2009 el dólar local por el dólar estadounidense como moneda de referencia.
Además, las ricas minas de diamantes del país no aportan a las finanzas públicas los dividendos esperados.
En noviembre del año pasado, el Gobierno de Zimbabue fue acusado por una ONG canadiense de haberse apropiado de diamantes valorados en 2.000 millones de dólares, en lo que llamó "el mayor saqueo de gemas al que el mundo ha asistido".