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La reforma sanitaria de Obama no exime de multas a los ciudadanos con menos recursos
La eficacia de la Ley de reforma sanitaria de Obama aprobada en 2010 sigue generando muchas dudas a 11 meses de su entrada en vigor.
Según el informe publicado por la organización apartidaria Commonwealth Fund, solo 11 de los 50 estados de EE.UU. empezaron a aplicar los nuevos estándares de la reforma de salud, también conocida como 'Obamacare',
que exige que la mayoría de los estadounidenses adquiera un seguro, so pena de multas.
Un resquicio legal grave de la Ley es que prevé multar a los estadounidenses con menos recursos que no se pueden permitir cobertura médica para ellos o para sus hijos.
Conforme a la Ley, una cobertura asequible supone un pago que no supere el 9,5 por ciento del ingreso familiar. Entretanto, los empleados con ingresos bajos no podrán adquirir el seguro a través de sus empleadores, especialmente si supera este margen.
Como media un seguro laboral cuesta unos 5.600 de dólares para un empleado y 15.700 de dólares para su familia. Pagar tres veces más será algo inviable para familias con ingresos insuficientes, obstaculizando así la compra de seguros para niños.
Inicialmente el gobierno de Obama planeaba ofrecer ayuda financiera a las familias para que compren seguros médicos en compañías privadas si no se pueden permitir los que ofrecen sus empresarios. Sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos, encargado de la recaudación fiscal se negó a eximir estas categorías de multas.
Asimismo, la puesta en práctica de la Ley de Obama presupone que 29 estados tendrán que aprobar leyes y regulaciones que eviten que las compañías aseguradores cobren más a sus beneficiarios en función de su edad, género y condiciones de la salud.
Un resquicio legal grave de la Ley es que prevé multar a los estadounidenses con menos recursos que no se pueden permitir cobertura médica para ellos o para sus hijos.
Conforme a la Ley, una cobertura asequible supone un pago que no supere el 9,5 por ciento del ingreso familiar. Entretanto, los empleados con ingresos bajos no podrán adquirir el seguro a través de sus empleadores, especialmente si supera este margen.
Como media un seguro laboral cuesta unos 5.600 de dólares para un empleado y 15.700 de dólares para su familia. Pagar tres veces más será algo inviable para familias con ingresos insuficientes, obstaculizando así la compra de seguros para niños.
Inicialmente el gobierno de Obama planeaba ofrecer ayuda financiera a las familias para que compren seguros médicos en compañías privadas si no se pueden permitir los que ofrecen sus empresarios. Sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos, encargado de la recaudación fiscal se negó a eximir estas categorías de multas.
Asimismo, la puesta en práctica de la Ley de Obama presupone que 29 estados tendrán que aprobar leyes y regulaciones que eviten que las compañías aseguradores cobren más a sus beneficiarios en función de su edad, género y condiciones de la salud.
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