Los enfrentamientos entre manifestantes y agentes de policías se han cobrado la vida de un joven y han dejado al menos 70 personas heridas.
La mayoría de las víctimas sufren heridas por pedradas y síntomas de asfixia por gases lacrimógenos.
Decenas de manifestantes han sido detenidos, en muchos casos de forma violenta, según testigos. En al menos un caso la Policía golpeó y desnudó a un manifestante, arrastrándolo al vehículo "como si fuera un trozo de carne”, escribe un testigo en su cuentas de Twitter.
Praying for this man who is probably being sodomised in the police truck right now. He was naked they dragged him like a piece of meat
— Bel Trew - بل ترو (@Beltrew) February 1, 2013
Los manifestantes intentaron atravesar los cordones y lanzaron bombas incendiarias en el territorio contiguo al edificio, a pesar de la valla protectora. La zona cercana al Palacio Presidencial está en llamas.
Los coches de la Policía desplazaron a los manifestantes fuera de las calles adyacentes del Palacio Presidencial. Policías usaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma contra los manifestantes que intentaron prender fuego al Palacio.
La Policía evitó que los manifestantes asaltaran la sede del partido Libertad y Justicia que representa al movimiento de los Hermanos Musulmanes en el Parlamento de Egipto.
Miles de manifestantes también se congregaron cerca de la sede de la televisión estatal, cortando el tráfico en la zona.
Según medios locales, varias bombas incendiarias impactaron también la sede de la embajada del Reino Unido en El Cairo. El Ejército ha abierto fuego con balas de goma contra los manifestantes.
El comandante de la Guardia Republicana egipcia se ha dirigido a los manifestantes frente al Palacio Presidencial, pidiéndoles que se tranquilicen. Por el momento, su discurso no ha tenido efecto.
El Gobierno egipcio todavía no se ha pronunciado oficialmente sobre los disturbios de este viernes. Sin embargo, un portavoz del presidente Morsi ha adelantado que las fuerzas de seguridad tratarán la violencia "de una manera firme", para proteger las instituciones oficiales, y pidió a las fuerzas opositoras que se retiren de la zona del Palacio Presidencial.
La nueva ronda de disturbios estalla en la capital egipcia a pesar de que en vísperas de la convocatoria, que sus organizadores bautizaron como el ‘Viernes del basta ya’, tuvo lugar un encuentro de los líderes de diferentes formaciones opositoras durante el cual todos condenaron unánimemente la violencia. Tampoco tuvieron efecto las medidas introducidas por el presidente Morsi, como la declaración del estado de emergencia en tres provincias y la concesión de facultades excepcionales al Ejército.
Marchas de protesta similares fueron convocadas en Port Said y Alejandría, donde miles de personas salieron a las calles para protestar contra el predominio de la ley islámica en el país y lanzar soflamas contra el presidente egipcio, al que acusan de haber traicionado el espíritu de la revolución.