La madrugada del sábado los militantes atacaron el puesto de control ubicado en la localidad de Lakki Marwat. Según fuentes de seguridad, al menos 12 militares y nueve civiles murieron en el tiroteo cruzado. En el lugar de los hechos fueron encontrados dos cuerpos que llevaban cinturones suicidas.
"El tiroteo cruzado entre los militantes y los funcionarios de seguridad continuó durante cuatro horas", señala una fuente de seguridad.
Además los militantes atacaron una casa junto al campamento militar, matando a diez miembros de una misma familia.
Los talibanes paquistaníes se atribuyen la responsabilidad de los ataques alegando que el acto fue una respuesta al uso de 'drones' el mes pasado por parte de EE.UU. en la vecina provincia norteña de Waziristán, cuando fueron asesinados dos comandantes de sus filas.
"Pakistán está cooperando con EE.UU. y sus ataques aéreos mataron a dos comandantes de alto rango, Faisal Khan y Toofani. Por lo tanto, el ataque contra el campamento militar fue una venganza por su muerte", dijo un portavoz talibán.