Según la legislación kuwaití, los ciudadanos que difamen o critiquen al emir están cometiendo un delito contra la seguridad del Estado y deben ser condenados a una pena de cárcel de hasta 5 años.
Tras conocer la noticia, el director de la Sociedad Kuwaití de Derechos Humanos ha exhortado al gobierno a ampliar la libertad de expresión y cumplir con los derechos humanos internacionales.
El pasado noviembre Amnistía Internacional ya denunció que Kuwait había redoblado las restricciones a la libertad de expresión e instó a este estado del Golfo Pérsico a garantizar la protección de los usuarios en los medios sociales siempre y cuando no inciten al odio o la violencia racial.
Sin embargo, Kuwait ha adoptado últimamente una posición más firme en todo lo referente a los comentarios políticamente sensibles en Internet. No en vano, el pasado mes de enero otros dos jóvenes activistas fueron sentenciados a dos años de prisión cada uno por una razón similar.