El video explica cómo los tres grandes temblores alcanzaban las principales ciudades del este de Japón. Cada sacudida fue acompañada con gritos de la gente cada vez más desesperados. La fuerza del terremoto fue tal que se abrían grietas en el asfalto y se rompían cristales.
El terremoto del 11 de marzo de 2011, uno de los más fuertes jamás registrados, provocó también un devastador tsunami con olas de hasta 40 metros de altura. El desastre natural causó unas 16.000 muertes y redujo a escombros algunas localidades. Las consecuencias del accidente en la central nuclear de Fukushima y del derrame de aguas radiactivas, provocado por la catástrofe, persistirán durante varias decenas de años, según las estimaciones.