Tel Aviv, apoyado por EE.UU., reiteró en varias ocasiones que atacaría a Irán si Teherán no detiene su programa nuclear, que sospechan puede tener una vertiente armamentista, lo que el país persa niega y afirma que es exclusivamente civil y pacífico.
La visita de Ahmadineyad a Egipto es la primera que realiza un jefe de Estado iraní desde la Revolución Islámica en 1979, señalando el deshielo de las relaciones con El Cairo, tras la llegada al poder en Egipto de fuerzas islamistas.