En su opinión, los estragos del huracán sobrecogieron a América en los días previos a las elecciones y gran parte de la atención de los ciudadanos estadounidenses se centró en la capacidad de gestión de esta crisis por parte de su presidente.
Morris afirma que el 15% de los electores deciden por quién optar 72 horas antes de una votación.
Atendiendo a su teoría, antes del huracán Sandy, Obama iba perdiendo en las encuestas frente al candidato del partido republicano, Mitt Romney.
Sin embargo, a pocas horas de las elecciones, el huracán se convirtió en la prioridad de los ciudadanos y los medios de comunicación. El papel de Obama, como válido gestor de la crisis, "hizo que su imagen subiera como la espuma", dando un vuelco al pulso electoral, apunta el analista.