Las manifestaciones se llevan a cabo un día después de que se produjeran violentas protestas en varias localidades de la nación.
“Lo que demuestran las protestas es que la gente no está dispuesta a renunciar a aquello por lo que lucharon hace dos años”, dijo a RT el analista político Eduardo Soler.
En su opinión, la primavera árabe no ha fracasado y lo que evidencian estas manifestaciones “es que todavía no se han conseguido satisfacer las demandas de la población y que la lucha continúa viva”.
Chokri Belaid uno de los principales líderes del partido opositor tunecino Nidaa Tounes, fue tiroteado el martes por la mañana, en medio de la escalada de violencia política que asola al país dos años después de la revolución que puso fin al Gobierno de Ben Alí.
En protesta por el asesinato, la Unión General de Trabajadores Tunecinos convocó una huelga para este viernes. De acuerdo con la organización, este crimen es una advertencia por la forma de actuar del nuevo Gobierno, el cual, afirman, podría llevar a Túnez a una guerra civil.
En medio de las protestas el primer ministro tunecino, Hamadi Jebali, declaró el miércoles que disolverá el Gabinete y creará “un nuevo Gobierno de personas no partidistas y tecnócratas”.
Sin embargo, la propuesta de Jebali fue rechazada por el partido gobernante de Túnez, Ennahda.