Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Egipto bajo el lema 'El viernes de la dignidad humana'.
En El Cairo, fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes de la oposición, que tiraron cócteles molotov al palacio presidencial, exigiendo la renuncia del presidente egipcio Mohamed Morsi y cambios en la polémica constitución, aprobada en diciembre pasado en un referéndum.
Otros enfrentamientos estallaron en Alejandría, así como en varias ciudades y pueblos de la provincia Gharbia, en el delta del Nilo.
La tensión en Egipto ha aumentado después de que dos clérigos ultra conservadores anunciaran que la sharia (ley estricta islámica) insta a asesinar a personalidades de la oposición.
Ante esto, las autoridades egipcias han reforzado la seguridad alrededor de los domicilios de los principales miembros opositores del país.