Romero explicó que la elaboración del plan estará a cargo de un grupo de trabajo con delegados de “entidades públicas que tienen que ver con la lucha contra el narcotráfico” en los tres países.
El ministro boliviano señaló que uno de los aspectos que debe incluir el plan de acción, a elaborarse en los próximos tres meses, son propuestas para el control “del espacio aéreo, terrestre, lacustre, ribereño y de los puntos de paso fronterizo”.
También debe proponer acciones de inteligencia para la producción e intercambio de información policial y financiera que, según Romero, es “estratégica” y “va a facilitar acciones mucho más contundentes en esta lucha contra el narcotráfico”.
Según datos de la ONU, Perú y Bolivia son, junto a Colombia, los principales productores de coca y cocaína del mundo y tienen fronteras comunes con Brasil, por donde fluye la droga.
“Latinoamérica ha decidido no contar más con EE.UU.”
Latinoamérica ya ha tomado una actitud, no solamente con este tema sino con otros muchos, de no contar ya más con EE.UU. o por lo menos dejarlo al margen en las resoluciones de los grandes temas”Para el analista internacional, Carlos Aznarez, esta es una respuesta conjunta contundente ante el narcotráfico, y además demuestra que Latinoamérica ya no cuenta con la DEA norteamericana por su historial de sangre y corrupción.
“Latinoamérica ya ha tomado una actitud, no solamente con este tema sino con otros muchos, de no contar ya más con EE.UU. o por lo menos dejarlo al margen en las resoluciones de los grandes temas”, señaló Aznarez.
“Este acuerdo tiene un aspecto positivo, que es precisamente encararlo entre los países que están afectados por el flagelo del narcotráfico y ya no pedir la colaboración, como venía pasando hasta hace poco tiempo, de EE.UU. a través de la DEA. Hay una vieja historia de la DEA en Latinoamérica que está manchada de sangre, corrupción y ha generado incluso en países como Bolivia por ejemplo, asesinatos de dirigentes cocaleros o dirigentes sindicales”, agregó el analista.