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Primer aniversario de la reforma laboral española, una 'trituradora' de empleo
Un año después de que el Gobierno de España aprobara la reforma laboral para evitar pérdidas de puestos de trabajo, el Ejecutivo continúa defendiendo la drástica norma. Los sindicatos, sin embargo, sostienen que solo ha servido para destruir empleo.
El 10 de febrero de 2012 la administración de Mariano Rajoy aprobó una reforma laboral que pretendía fomentar la flexibilidad interna del trabajo, con las reducciones de jornada o de salarios
para evitar la pérdida de empleos, fomentar la contratación indefinida y reducir los contratos temporales.
La administración de Rajoy sostiene que sin esta “profunda y ambiciosa” norma la destrucción de empleo habría sido mayor. Los datos, no obstante, no muestran señales de recuperación y parte de la población insiste en que la reforma no ha conseguido cumplir los objetivos para los que fue creada.
Los sindicatos CC.OO. y UGT sostienen que la medida ha sido un fracaso y que de hecho únicamente ha logrado empeorar el mercado laboral español. Según declaró a la agencia Efe el secretario de Comunicación de CC.OO, Fernando Lezcano, esta “austera medida” sólo ha servido para destruir empleo, devaluar los salarios y provocar más conflictividad social.
“Ni funciona ni va a funcionar”, dijo el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien también hizo un balance negativo de los primeros 12 meses de la reforma laboral. En su opinión, se trata de una herramienta que solamente conseguirá agravar la situación económica y social que atraviesa el país y no consigue que haya flexibilidad interna en las empresas.
El secretario de la UGT vaticina además que la reforma traerá un mercado laboral de “baja calidad, bajos salarios y poco productivo”.
Durante los últimos 12 meses se destruyeron 850.500 puestos de trabajo y el paro ha sumado 691.700 personas más a sus filas, lo que hace un total de casi seis millones de desempleados en todo el país, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística.
Entre los meses de enero y noviembre del año pasado el número de expedientes de regulación de empleo aumentó en un 66% respecto al mismo periodo de 2011, lo que implica que una vez aprobada la norma del Partido Popular, los despidos aumentaron considerablemente.
Además, algunos expertos denuncian que con la reforma no hay garantía de estabilidad laboral. Facilita, dicen, que los empresarios dejen de lado a los trabajadores mayores y ofrezcan contratos temporales en lugar de indefinidos.
La combinación de recesión, "austericidio" y bajada de despidos ha resultado ser "desastrosa" y ha provocado el despido de 900.000 contratados indefinidos, un "récord histórico", asegura el economista jefe de la consultoría financiera Intermoney, José Carlos Díez señal, a Efe.
Sumada a la controvertida reforma laboral, el Gobierno español ha adoptado numerosas medidas y llevado a cabo recortes para tratar de reducir el déficit. Medidas, que afectan a servicios públicos y sociales y que han levantado a las multitudes en contra del Gobierno de Rajoy. La política de ajustes, según gran parte de los españoles, no contribuirá al crecimiento económico, sino que, por el contrario, agudizará la recesión.
En un año marcado por la recesión y la crisis económica, que ha llevado a un máximo histórico de desempleados y a una tasa de paro que ya alcanza el 26%, CC. OO. y UGT consideran que la política económica y social del Gobierno está conduciendo a España a una situación "de emergencia económica y social".
La administración de Rajoy sostiene que sin esta “profunda y ambiciosa” norma la destrucción de empleo habría sido mayor. Los datos, no obstante, no muestran señales de recuperación y parte de la población insiste en que la reforma no ha conseguido cumplir los objetivos para los que fue creada.
Destruir en lugar de crear empleo
Los sindicatos CC.OO. y UGT sostienen que la medida ha sido un fracaso y que de hecho únicamente ha logrado empeorar el mercado laboral español. Según declaró a la agencia Efe el secretario de Comunicación de CC.OO, Fernando Lezcano, esta “austera medida” sólo ha servido para destruir empleo, devaluar los salarios y provocar más conflictividad social.
“Ni funciona ni va a funcionar”, dijo el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien también hizo un balance negativo de los primeros 12 meses de la reforma laboral. En su opinión, se trata de una herramienta que solamente conseguirá agravar la situación económica y social que atraviesa el país y no consigue que haya flexibilidad interna en las empresas.
El secretario de la UGT vaticina además que la reforma traerá un mercado laboral de “baja calidad, bajos salarios y poco productivo”.
Más ciudadanos en el paro
Durante los últimos 12 meses se destruyeron 850.500 puestos de trabajo y el paro ha sumado 691.700 personas más a sus filas, lo que hace un total de casi seis millones de desempleados en todo el país, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística.
Entre los meses de enero y noviembre del año pasado el número de expedientes de regulación de empleo aumentó en un 66% respecto al mismo periodo de 2011, lo que implica que una vez aprobada la norma del Partido Popular, los despidos aumentaron considerablemente.
Además, algunos expertos denuncian que con la reforma no hay garantía de estabilidad laboral. Facilita, dicen, que los empresarios dejen de lado a los trabajadores mayores y ofrezcan contratos temporales en lugar de indefinidos.
La combinación de recesión, "austericidio" y bajada de despidos ha resultado ser "desastrosa" y ha provocado el despido de 900.000 contratados indefinidos, un "récord histórico", asegura el economista jefe de la consultoría financiera Intermoney, José Carlos Díez señal, a Efe.
Crece el descontento entre la población española
Sumada a la controvertida reforma laboral, el Gobierno español ha adoptado numerosas medidas y llevado a cabo recortes para tratar de reducir el déficit. Medidas, que afectan a servicios públicos y sociales y que han levantado a las multitudes en contra del Gobierno de Rajoy. La política de ajustes, según gran parte de los españoles, no contribuirá al crecimiento económico, sino que, por el contrario, agudizará la recesión.
En un año marcado por la recesión y la crisis económica, que ha llevado a un máximo histórico de desempleados y a una tasa de paro que ya alcanza el 26%, CC. OO. y UGT consideran que la política económica y social del Gobierno está conduciendo a España a una situación "de emergencia económica y social".
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