Los latinos buscan atraer la atención a sus necesidades

Las comunidades latinas en Estados Unidos buscan una mejora en las condiciones de vida. Muchos inmigrantes han decidido hacer notar su presencia en el censo nacional 2010 para que el Gobierno preste atención a sus necesidades.

Las distintas estrategias del organismo institucional plantean la distribución de 400.000 millones de dólares para los cientos de circunscipciones que existen en todo el país. Para participar en el censo no es necesario estar registrado, ni tener un número de seguro social, ni siquiera ser ciudadano estadounidense, sólo se necesita vivir en los Estados Unidos.

Los representantes del gobierno federal afirman que cada persona que participa en el censo equivale aproximadamente a unos 10.000 dólares para su comunidad, o sea, una parte significativa de los recursos para costear las escuelas; los servicios de salud pública; de emergencia; y las construcciones; y mejoras de las vías públicas. Además, según la cantidad de personas que participen en cada lugar, se decide cuántos legisladores representarán al estado en el congreso federal.

La gente espera que de esta forma el Gobierno reconozca mejor las necesidades de su vecindario. Según María Rodríguez, la representante de la Coalición Inmigrante Florida, el censo es una manera de buscar fondos para las comunidades de inmigrantes e incrementar su participación.

Es más que natural, que entre los latinos hay dos posiciones acerca de la participación en el censo. La mayoría está desilusionada por el indefinido retraso del proyecto de ley de la reforma migratoria, y está a punto de boicotear el recuento hasta que no sea aprobada. Sin embargo, la reforma integral de la inmigración aún está demasiado lejos de ser una realidad.

El jueves el presidente estadounidense Barack Obama, -cuyas promesas a sus electores respecto a la reforma todavía no se han experimentado avance-, se reunió con líderes de organizaciones de inmigrantes. A los 14 activistas de estos grupos, quienes pidieron acción, el mandatario les respondió que primero se necesita lograr un acuerdo en el Capitolio, agregando que de momento sólo un senador republicano apoya el proyecto de la reforma migratioria. 

Posteriormente, en la entrevista con los legisladores, el demócrata Charles Schumer y el opositor Lindsay Graham, Obama estudió las perspectivas para que “una coalición bipartidista” diera impulso a la propuesta.

No obstante, en este momento la Casa Blanca resta una mayor importancia en otros asuntos, siendo los principales: la creación de empleos y especialmente, la aprobación de la reforma de salud, también muy esperada. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó en una rueda de prensa tras los encuentros, que actualmente la reforma integral de la inmigración no es la prioridad principal del Gobierno.

Para el 'Día de la Inmigración', el 21 de marzo, se está preparando una gran marcha que tiene como objetivo recordarle al presidente Obama, su promesa de promover una reforma migratoria. Anteriormente los activistas solicitaron al mandatario que para esa fecha, haya al menos un borrador de la propuesta.

Obama aseguró que el asunto sería esencial en su agenda ya en el primer año de su mandato, pero el avance de la reforma se estancó, supuestamente debido a la crisis económica. Mientras, las comunidades latinas siguen sufriendo. Continúa la persecución de los indocumentados con el programa federal '287(g)', el cual permite a los agentes de policía actuar como agentes de inmigración para indagar, detener y deportar a aquellos de los que se sospecha son indocumentados.

Uno de los grupos organizadores del evento en el estado de Ilinois, indicó en un comunicado citado por Milenio, que bajo la Administración del presidente Barack Obama las deportaciones aumentaron hasta llegar a un total de 493.000 personas en 2009, "un número mayor que en cualquier año del gobierno de George Bush".

En las últimas elecciones presidenciales de 2008 el voto de los latinoamericanos fue decisivo para la victoria de Barack Obama. Si los demócratas fracasan a la hora de demostrar un verdadero liderazgo y mantener sus promesas de campaña para avanzar hacia una reforma migratoria amplia, corren el riesgo de alienar a los latinos en las elecciones que tendrán lugar el segundo semestre de 2010.