El proyecto se lanzó el pasado 4 de febrero después de que el Gobierno de EE.UU. diera una respuesta negativa a la petición ciudadana de construir una plataforma espacial capaz de destruir planetas enteros con un solo disparo de superláser. Uno de los argumentos del Gobierno fue el descomunal coste que supondría la construcción: unos 850 cuatrillones de dólares, según sus estimaciones.
Entonces los partidarios británicos de ese plan de ciencia ficción empezaron a recaudar dinero a través del portal Kickstarter pidiendo financiación directa a los usuarios para hacer realidad su proyecto.
Para la elaboración de unos “planos más detallados” y la adquisición de algunos materiales para el reactor de la Estrella de la Muerte los autores del proyecto piden unos 20 millones de libras esterlinas (unos 31,6 millones de dólares), de los que ya han recaudado casi 365.000 dólares.
Casi 1.000 personas donaron 15 dólares o más por lo que se les promete inscribir su nombre en una de las partes de la estación espacial.
Sin embargo, en la descripción del proyecto se señala que “esto es una broma” y que los autores son conscientes de que “es casi imposible” que tenga éxito porque además, la recaudación del dinero finaliza el 1 de abril de 2013. Una vez que esto ocurra, si el proyecto no se lleva a cabo, los autores de la iniciativa se comprometen a devolver el dinero a los donantes.