Interpelado sobre qué es lo que podría impedir a EE.UU. e Israel lanzar un ataque contra Irán, el diplomático se expresó en estos términos: "Espero que el sentido común y los argumentos sólidos puedan detenerlos, porque [un ataque militar] sería lo peor que se puede hacer".
El diplomático explicó que Moscú tiene puestas las esperanzas en las próximas negociaciones entre el grupo de los seis mediadores internacionales e Irán previstas para finales de febrero, aunque destacó que no es ningún secreto que la medidas de algunos miembros son contraproducentes, ya que, además de las sanciones del Consejo de Seguridad, imponen toda clase de sanciones unilaterales, que -afirma- "creemos que no son necesarias".
EE.UU. suministra armas a rebeldes sirios
El hecho de que EE.UU. haya decidido "no ensuciarse las manos" y no suministrar directamente armas a los rebeldes sirios, “no quita responsabilidad por lo que está pasando en Siria, por las acciones de la oposición armada”, destaca Churkin."EE.UU. es un poderoso estado que ejerce una gran influencia en tales países como Qatar", dijo Churkin, matizando que Qatar, según se informa, es el principal proveedor de armas y fuente de apoyo a la oposición armada. "Si EE.UU. ejerciera una política coherente y firme en este ámbito, podría utilizar su influencia en los países que suministran armas a la oposición siria", concluye.
Churkin recordó que otro tema que preocupa a Moscú es el debate incesante sobre las armas químicas en Siria, porque -dijo- "amenazan demasiado al Gobierno sirio con tomar tales o cuales medidas", pese a que este ha asegurado que "incluso si hay armas químicas, nadie va a usarlas". "Parece que alguien está buscando un pretexto adecuado para la intervención militar", sugiere Churkin, que agregó que este tipo de retórica puede empujar a la oposición a "emprender actividades peligrosas" como "tratar de organizar una provocación relacionada con el uso de armas químicas".
Mali, 'efecto colateral' de la crisis libia
Sobre la escalada de violencia en el norte de Mali, donde las tropas franco-malíes llevan a cabo una operación contra los extremistas islamistas, Churkin considera que se trata de los "efectos colaterales de la crisis libia en un país vecino"."Nadie controlaba estas armas, lo que ha creado una situación peligrosa en los países fronterizos [con Libia]. Eso es lo que ocurrió en Mali y, por cierto, no sólo allí. Es probable, y hay razones para pensar que en el ataque terrorista en Argelia, que se produjo cerca de la frontera con Libia, participaron terroristas provenientes de Libia o que fueron utilizados las armas libias", dijo Churkin.