"EE.UU., la Unión Europea y Israel pronto serán testigos del resultado de sus sanciones tras el lanzamiento de la mayor planta de refinamiento del país", agregó el viceministro, que dirige además la Compañía Nacional de Refinamiento y Distribución de Petróleo de Irán (NIORDC).
EE.UU., Israel y algunos de sus aliados acusan a Irán de perseguir objetivos no civiles con su programa de energía nuclear, lo que ha llevado a Washington y a la Unión Europea a imponer sanciones unilaterales contra la República Islámica.
Las sanciones que no cesan
A principios de 2013, EE.UU. y la Unión Europea impusieron nuevas sanciones sobre el petróleo de Irán y el sector financiero que persiguen evitar que otros países adquieran petróleo iraní o realicen transacciones con el Banco Central de Irán.
El pasado 6 de febrero, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció nuevas sanciones para restringir las transacciones financieras relacionadas con el petróleo iraní, castigar a la televisión oficial IRIB por ejercer la censura, y también a la Ciberpolicía, la Autoridad Reguladora de Comunicaciones (CRA) y las Industrias Electrónicas de Irán (IEI).
Irán rechaza las acusaciones nucleares y sostiene que, como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), está obligado a desarrollar tecnología nuclear con fines meramente pacíficos.