La región de Latinoamérica representa el 42% de la población católica mundial, el mayor bloque de la iglesia, frente al 25% en Europa. No obstante, la mitad de los cardenales -que votarán en el próximo cónclave donde elegirán al nuevo Sumo Pontífice- proceden del Viejo Continente.
Varios analistas creen que Latinoamérica tiene buenas posibilidades para ubicar a su representante como nuevo papa. Los principales candidatos parece que son Odilo Scherer, arzobispo de la diócesis de Sao Paulo, y el italiano-argentino Leonardo Sandri, ahora al frente del departamento del Vaticano para las Iglesias Orientales.
Pedro García Bilbao, doctor de la Universidad Pontificia de
Salamanca, considera muy posible que un representante latinoamericano llegue al Vaticano, aunque aún cree precipitado establecer cuál será la lógica
de la elección que prime en el colegio cardenalicio.
Recientemente dos altos funcionarios del Vaticano dieron pistas claras sobre los posibles sucesores. "Sé que muchos de los obispos y cardenales de América Latina podrían asumir la responsabilidad de la Iglesia universal", dijo el arzobispo Gerhard Mueller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y recordó que el cristianismo no está centrado solo en Europa.
Después de que el polaco Juan Pablo II y Benedicto XVI, nacido en Alemania, llegaran al cargo, que había sido ocupado por italianos desde 1523, el trono del Vaticano está abierto para candidatos de todos los orígenes.