Benjamin Schmitt y Helena Jachmann son dos jóvenes que rebuscan en los basureros con el objetivo de localizar residuos comestibles, como restos de pan, chocolate y verduras, que cargan en sus bicicletas. No es precisamente la pobreza la que empujó a estos dos jóvenes a rebuscar en los basureros, sino su indignación ante el desperdicio de miles de toneladas de comida.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura estima que un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo, valorados en un trillón de dólares, se malgasta cada año. De hecho, los europeos tiran con frecuencia a la basura muchos productos antes de que caduquen.
A personas como Schmitt y Jachman los llaman en Alemania 'dumpster-diver' o 'buceador en basureros', un movimiento que está ganando popularidad de forma gradual. Los 'buceadores' distribuyen la comida gratutiamente a través del sitio web www.foodsharing.de ('compartiendo la comida'). Cerca de 8.200 usuarios se han registrado en este sitio durante los primeros seis meses de su existencia.
Se estima que en Europa y América del Norte cada persona malgasta de media al año entre 95 y 115 kilos de alimentos.