Los manifestantes acudieron a la plaza de Tahrir e invadieron las principales calles de la capital egipcia. Un grupo de manifestantes se congregó cerca del palacio presidencial, donde empezaron a lanzar piedras y cócteles molotov, e intentaron romper las puertas del palacio y entrar.
Las protestas culminaron en disturbios. La Policía actuó con cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a la muchedumbre.
Además, varios manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos con las fuerzas del orden durante el segundo aniversario de la caída del Gobierno anterior.
Esta fecha está marcada por la crisis política que vive el país debido a las demandas de la oposición, que exige la renuncia del presidente Mohamed Mursi. Se destaca que los activistas del grupo Black Bloc juegan un papel importante en los disturbios y sobre ello hablaron con RT.
"Nuestro movimiento es una idea que llegó como reacción después de que nuestras demandas pacíficas fueran ignoradas; y también en contra de la opresión del Ministerio del Interior que recibe órdenes del régimen. Nos oponemos a la opresión y a la tiranía del régimen. Nuestras acciones son de autodefensa, nos defendemos pero nunca atacamos a nadie. Siempre estaremos presentes en Egipto, incluso al cumplirse todas las demandas. Sin embargo, nuestra presencia adquiriría otra forma. La meta detrás de nuestra presencia es prevenir cualquier tipo de injusticia. Nadie le hace caso a nuestras demandas y la prueba de ello es el número de personas que mueren", dijo uno de los integrantes del grupo Black Bloc.