Los científicos están buscando información crucial para entender cómo pudo surgir la vida en otras partes del universo, lo que podría orientar las investigaciones de búsqueda de vida en Marte.
"En las rocas siempre hay una historia escondida", explicó el geólogo Clark Johnson, el principal investigador del Consorcio de Investigación de Astrobiología de Wisconsin, en EE.UU. El proyecto tiene la tarea de encontrar señales de actividad biológica que muestren evidencia de vida antigua. Vale la pena resaltar que los organismos unicelulares son mucho más adaptables que los organismos más complejos.
Los investigadores buscan nuevos detalles de la vida microbiana de entre 2.000 a 3.000 millones de años, es decir, antes de que la atmósfera del planeta contuviera oxígeno. El equipo también está enviando microbios a la Estación Espacial Internacional para ver cómo reaccionan al ambiente espacial y a la radiación.
En el futuro, los datos de su trabajo se utilizarán para interpretar los datos obtenidos en Marte por la nave espacial Curiosity, que aterrizó en agosto en el planeta rojo para determinar si el ambiente ha sido siempre favorable para la vida microbiana.
Johnson indicó que una de las hipótesis de las que parten es que "los planetas pudieron pasar un largo tiempo en un estado de vida microbiana y tras ir evolucionando se llegó a una compleja vida multicelular".
El proyecto lo financia la Nasa, que ha invertido 7 millones de dólares para una investigación de cinco años.