Durante su comparecencia anual ante el Congreso, la primera de su segundo mandato, el presidente Barack Obama pidió a los legisladores una reforma migratoria integral. El senador Marco Rubio, encargado de contestar al discurso en nombre del Partido Republicano, admitió que el país urge "una solución responsable y permanente" al problema de los inmigrantes ilegales.
Rubio insistió en la necesidad de "asegurar las fronteras" y "aplicar las leyes" existentes. Al mismo tiempo destacó que "un sistema de inmigración legal que permita atraer a los mejores y más brillantes profesionales del mundo y asimilarlos a nuestra forma de vida" impulsaría el crecimiento de la economía estadounidense.
Sin embargo, estos comentarios no parece que vayan a mejorar la popularidad de los republicanos entre la población hispana. "Rubio en su discurso, en vez de ganar votos hispanos, creo que va a ganar rechazo", opinó el analista político Alfredo Gutiérrez. Cabe recordar que en las presidenciales de 2012 solo un 21% de los hispanos votó por el candidato republicano Mitt Romney.