El profesor-investigador universitario y firmante de los Acuerdos de Paz de El Salvador Roberto Cañas dijo a RT que la participación de la Administración de EE.UU. en el conflicto armado salvadoreño "fue un factor de prolongación de la guerra".
"Para la Administración norteamericana el problema del conflicto armado en Centroamérica, tanto en Nicaragua como en El Salvador, era un problema de seguridad nacional y era visto según la doctrina norteamericana como parte del expansionismo soviético-cubano en la región", subrayó el experto.
La Administración norteamericana buscaba detener las luchas insurgentes en Nicaragua y en El Salvadaor porque pensaban que iba a haber un efecto dominó"
Los intentos de la presencia estadounidense en la política de América Latina se explican no solo porque temía que el comunsmo se propagara por el continente, sino porque podía amenzar a sus fronteras, opina Cañas.
"Era una fantasía, una cosa que no era cierta pero en la Administración norteamericana así se entendía y por eso buscaban detener las luchas insurgentes en Nicaragua y en El Salvadaor porque pensaban que iba a haber un efecto dominó entendido el efecto dominó que si caía Nicaragua, caía El Salvador y después sería Guatemala y llegaría a la frontera con México y después amenazaría a la frontera de EE.UU.", explica su visión el experto.
Aunque el conflicto nunca fue declarado de forma oficial, el costo humano y la participación estadounidense en el asesoramiento y entrenamiento de los escuadrones de la muerte aún causan hoy testimonios que desafían la lógica y los derechos humanos.