"Fue un fenómeno muy, muy potente", sostiene Margaret Campbell-Brown, astrónoma de la Universidad de Western Ontario en London, Canadá, que ha estudiado los datos de dos estaciones de infrasonido cerca del lugar del impacto.
Sus cálculos muestran que el meteorito era de aproximadamente 15 metros de diámetro cuando entró en la atmósfera, y de una masa de alrededor de 40 toneladas. "Eso lo convertiría en el objeto registrado más grande que golpea la Tierra desde Tunguska", explica la astrónoma.
Sus 40 toneladas lo convierten en el objeto registrado más grande en golpear la Tierra desde Tunguska"
El meteorito apareció en el cielo en torno a las 09:25 hora local (03:25 GMT) en la región de Cheliábinsk, cerca de los montes Urales. La bola de fuego encegueció a los conductores y transeúntes, mientras que la onda expansiva rompió ventanas y causó daños en cientos de edificios en la región. Los heridos, que ascienden a 1.200, fueron alcanzados en su mayoría por cristales de ventanas rotas, informó el ministerio de Emergencias ruso.