"La huelga es en defensa de los derechos humanos de los prisioneros", dijo el portavoz del Ministerio de Prisioneros palestino, Hasan Abed Rabu. La gente exige una mejora de los servicios médicos y la autorización para estudiar, detalló. También denunció el abuso de las penas de aislamiento y que las autoridades carcelarias los están obligando a someterse a pruebas para guardar muestras de su ADN.
En solidaridad con los reclusos, este lunes se realizaron protestas masivas en Belén, Nablús, Hebrón y Ramala, las ciudades más grandes de Cisjordania. La gente salió a la calle para mostrar su respaldo y atraer la atención de organismos internacionales.
El Cuarteto para Medio Oriente (integrado por la ONU, EE.UU., la UE y Rusia) han emitido advertencias sobre la condición de la huelga. Además la representante de la UE para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, expresó su preocupación y requirió el "pleno respeto a los derechos humanos" de todos los prisioneros palestinos.
Los movimientos islamistas Hamás y Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina anunciaron que participarán en la acción de protesta solidaria.
Por su parte, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que "si Israel no se toma en serio las huelgas de hambre de los prisioneros, la situación en los territorios palestinos se deteriorará".
Israel mantiene encarcelados a 4.500 palestinos por varias cargos que van desde el lanzamiento de piedras hasta la ejecución de ataques militares. De ellos, más de 300 están en situación de "detención administrativa", lo que permite a Israel retenerlos durante meses o años sin imputación ni juicio y sin comunicarles el motivo de su arresto ni las pruebas que existen contra ellos.