Los daños causados por la avería en el reactor nuclear de Fukushima en Japón en 2011 provocaron preocupación en EE.UU. con respecto a la preparación del país para el tratamiento a gran escala por la exposición humana a la radiación ionizante, generada por una liberación de material radioactivo. La Agencia busca encontrar una mejor comprensión de los efectos biofísicos que tiene la radiación en el cuerpo humano y reducirlos al mínimo.
La DARPA divide su programa de investigación en tres áreas principales. La primera es "profiláctica" y contempla la neutralización de los efectos de la radiación ionizante antes de que comience a causar daños graves en las células. La segunda incluye los métodos para mitigar los efectos de la exposición aguda a largo plazo, incluyendo la reducción de los casos de cáncer. La tercera se dedica a entender mejor y examinar los daños genéticos y celulares que causa la radiación.
"Los investigadores lograron cierto éxito en el desarrollo del tratamiento para evitar a corto plazo la muerte por enfermedad por exposición a la radiación, pero todavía queda mucho por estudiar acerca de cómo la exposición aguda afecta el cuerpo", dijo Mildred Donlon, representante de la Oficina de Ciencias de la DARPA.
En ese sentido, Donlon señaló que esperan que su nuevo programa les permita "desarrollar terapias y estrategias más eficaces para mejorar la supervivencia a largo plazo".