Este tipo de acciones, constituyen 'crímenes de guerra', según el Derecho Internacional”
Un coche bomba cargado con una tonelada de material explosivo estallaba este jueves en el distrito de Mazraa, junto a las oficinas del partido gubernamental Baaz, en el centro de Damasco y a tan sólo 150 metros de la embajada de Rusia en Siria.
Las autoridades sirias habían informado con anterioridad de que 53 personas murieron y alrededor de 200 resultaron heridas en el atentado.
Tanto las autoridades sirias como activistas de derechos humanos han destacado que la mayoría de las víctimas son civiles, fundamentalmente niños.
Precisamente, el mandato de Brahimi como emisario de la ONU y la Liga Árabe para Siria terminaba este viernes 22 de febrero. Sin embargo, el miércoles pasado la ONU anunciaba la extensión de su labor como mediador internacional del conflicto otros seis meses más.
El atentado de este jueves ha sido uno de los más sangrientos en la capital siria desde que estallara en 2011 el conflicto entre las fuerzas leales al presidente, Bashar al Asad, y los grupos rebeldes que se oponen a su mandato.
Según la ONU, 70.000 personas ya han perdido la vida en el conflicto sirio, el más violento y prolongado de los levantamientos que han convulsionado al mundo árabe en los últimos dos años.