Benedicto XVI se dirigió a la multitud que acudió a la misa diciendo que continuará sirviendo a la Iglesia con la "misma dedicación y amor" tras la renuncia.
“El Señor me llama a dedicarme aún más a la oración, pero no abandono la Iglesia”, declaró el Sumo Pontífice.
El pasado 11 de febrero, Benedicto XVI anunció oficialmente que abandonaba voluntariamente su puesto por razones de salud. La última vez que se produjo una renuncia al trono papal fue en 1415.