"Nos tomamos muy en serio este asunto y retiramos de la venta los paquetes de un kilo de albóndigas congeladas en Eslovaquia, República Checa, Hungría, Francia, Reino Unido, Portugal, Italia, Holanda, Bélgica, España, Chipre, Grecia, Irlanda, además de Suecia", dijo el portavoz del grupo, Ylva Magnusson. Dinamarca también entra en esta lista de países, según otro portavoz de Ikea, Dorte Hjorth Harder.
Según aclaró la compañía, las pruebas realizadas por la República Checa mostraron que unos lotes de albóndigas etiquetadas como carne de porcino y bovino contenían carne de caballo. La empresa decidió retirar todas las albóndigas de sus establecimientos "hasta obtener los resultados de los nuevos análisis".
El hecho se produce después del escándalo desatado por el hallazgo de carne de caballo en hamburguesas, lasañas y otros productos congelados. Según la orden de la Comisión Europea, actualmente toda la carne que entra en el mercado de la UE ha de ser examinada para la posible detección de contenido inapropiado. Las autoridades ya emprendieron las inspecciones correspondientes en un total de 100 compañías alimentarias.