El ataque sucedió el miércoles por la tarde cerca de Muriwai Beach, al oeste de Auckland, la ciudad más grande del país.
Los testigos cuentan que de repente vieron aparecer la aleta del tiburón que ataco a la víctima, un hombre de 47 años, "y al cabo de un segundo había sangre por todos lados".
Los policías dispararon al tiburón varias veces desde un bote intentando matarlo, pero no hay información precisa de si lo lograron. "No sabemos si acertamos el tiro, pero desapareció", comentó el inspector policial Shawn Rutene. La víctima fue sacada del agua sin vida y la playa fue inmediatamente cerrada.
No está claro qué especie de tiburón atacó a la víctima, pero según los oficiales el gran tiburón blanco ha sido visto últimamente en esta región.
Los ataques de tiburones son muy raros en Nueva Zelanda: desde 1847 solo han sucedido 11 ataques mortales, el último de ellos en 1976 en la bahía de Plenty.
Fuente: TVNZ