El experto dijo que EE.UU. –como se ha podido observar en el caso de Irán por su programa nuclear pacífico– “está preocupado con países que considera amenazas para sí mismo y para sus aliados”, por lo que “tomó una actitud dura” en la política exterior, buscando el apoyo de sus aliados en el Consejo de Seguridad de la ONU y amenazando con sanciones para “tratar de disuadir en este caso a Corea del Norte que abandone su programa nuclear”.
Al mismo tiempo, se observa, dice Lajos Szaszdi, una actitud de amenazas junto con incentivos. “A veces [EE.UU.] trata de suavizar estas sanciones diciendo a los norcoreanos: 'si ustedes abandonan el desarrollo de reactores nucleares que puedan enriquecer uranio y producir plutonio para armas nucleares, EE.UU. les daría trigo para la población, sobre todo, cuando ha habido malas cosechas en Corea del Norte'”, agregó.
Esta política de EE.UU. se ejerce al mismo tiempo que el país norteamericano tiene en sus filas a aliados "que no son democráticos", concluye Szaszdi, refiriéndose a Arabia Saudita y otros países árabes.
EE.UU. y sus aliados, como Corea del Sur y Japón, quieren imponer sanciones rigurosas contra el país comunista para castigarlo por el ensayo nuclear del 12 febrero y por incumplir las demandas de la comunidad internacional acerca de su programa nuclear.