La Policía indicó a la cadena Televisa que el dispositivo está formado por un tubo de plástico y un tanque de metal crudo que usa la fuerza del aire comprimido generado por el motor de un viejo coche.
El aparato disparaba cilindros llenos de drogas que pesaban hasta 13 kilos, según fuentes policiales. El cañón fue confiscado la semana pasada después de que oficiales estadounidenses comunicaran a la Policía mexicana que les habían sustraído una gran cantidad de paquetes de drogas que parecían haber sido disparados desde el otro lado de la frontera.
En los últimos años la Policía mexicana ha incautado en la frontera varios dispositivos similares.