Ambos acusados, los soldados Christopher Browning y Skyler Dozierwalker, admitieron que en octubre violaron a una mujer de veintitantos años y le robaron 7.000 yen (75 dólares). Cumplirán la sentencia en una cárcel japonesa.
"El castigo podría parecer grave, pero el daño a la víctima y los residentes locales es mucho peor", comentó el juez.
La mayoría de los delitos son llevados por cortes militares, pero en caso de que ocurran fuera de una base y sean considerados graves, como homicidio o violación, pueden ser procesados por cortes japonesas.
Los residentes de Okinawa se quejan desde hace mucho tiempo de delitos cometidos por los militares estadounidenses en su isla, que alberga a miles de soldados de EE.UU.